miércoles, 16 de febrero de 2011

De cómo puede transformarse un espacio…{Emillano Zubiri}

Qué lindo plantarse y accionar contra los que pretenden lucrar con todo, qué lindo poder decir que vecinas y vecinos, amigas y amigos, se ponen a trabajar para decidir qué hacer con los espacios naturales que disfrutan y comparten; claro está que mucho más lindo que decirlo es vivirlo. Y decimos que en vez de alambrado necesitamos aprender y disfrutar, y las dos cosas al mismo tiempo; entonces ya aparecieron en el lugar palabras, cositas y movimientos que proponen compartir el cuidado, el recreo y el aprendizaje; y mientras creamos también soñamos. Creamos una fiesta y luego de la fiesta el lugar quedó más bonito que antes, y se construyó un baño seco para el festival, y así los que fueron a desembuchar sus necesidades se llevaron un aprendizaje acerca de cómo evitar el desperdicio de millones de litros de agua potable y la contaminación que provocan nuestros inodoros del progreso, experimentando un sistema de tecnología sencilla pero muy superior, desde cualquier punto de vista de 2 dedos finitos de frente, al sistema convencional que utilizamos para deshacernos de nuestras heces y nuestras emes. Hay exagerados que afirmaban “el primer festival del universo con baño seco”; otros, más prudentes y fingiendo más seguridad en su aclamación, limitaban la vanguardia del fenómeno a la costa atlántica, sin aclarar de dónde a dónde. Lo que sí podemos confirmar es que este festival quedará en la memoria de muchos desmemoriados y hará historia, no podemos explicar bien por qué ni cómo porque a decir verdad no lo sabemos, pero que hay algo hay algo; y estará del lado más bonito de la historia, donde están las transformaciones de las mujeres y hombres de abajo que se juntan para mejorar y recordarles a otros que paren de empeorar.
Hay quien dice que un lugar se transforma en comunidad cuando las personas empiezan a utilizar el pronombre nosotros, y eso es algo de lo que está pasando, entre otras cositas, diminutivo que no señala chiquitez sino delicadeza y falsa modestia. Cosita chiquita es el pensar y actuar cretinamente bajo los principios del santo capital y la santa propiedad privada, más todavía cuando nos sobran señales que apuntan a la necesidad de cambiar nuestras formas de relación. Cosita grande es el poder que se genera desde lo grupal en el camino por recrear esas formas de relación, cuando se reconocen y se juntan todos los micros y juntos van abollando y alborotando los macros y los marcos. Abollones que de a poco se empiezan a hacer más notorios, hasta que en un punto aparece una fisura, que se junta con otra, y así de un boquetito aparece una abertura que antes no estaba y que ya cambia el marco, y aparecen del otro lado horizontes que hace un rato no se veían, y así pues sí que vale, casi que vale más que todo.

(publicado en facebook el miércoles, 29 de diciembre de 2010 a las 0:22)

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